El mercado de la informática móvil está viviendo una etapa de ebullición gracias al rápido crecimiento de mercados como el de la telefonía móvil inteligente y los tablets. No obstante la mayoría de fabricantes que han entrado en ambos mercados dependen fuertemente del diseño de componentes de terceros, lo cual los vuelve por un lado más vulnerables y por otro no ayuda a crear grandes diferencias entre los productos.
Un claro ejemplo de ello lo estamos viviendo con los tablets. Una gran cantidad de fabricantes sacan al mercado soluciones basadas en chips Tegra 2 y sistema operativo Android, reduciendo la diferencia entre ellos a pequeños detalles ya que el resto de componentes están diseñados por otras compañías. LG ha considerado que eso le está causando un lastre en el desarrollo de productos y ha decidido ponerse manos a la obra llegando a un acuerdo de licencia con ARM para el uso de sus diseños Cortex-A9 y Cortex A-15 junto a la GPU Mali-T604.
Gracias a este acuerdo LG puede desarrollar ahora sus propios sistemas en un chip personalizados para sus productos, de tal manera que se convierte en un jugador más en el mercado de los procesadores móviles. Futuros productos como teléfonos móviles, tablets e incluso televisores podrán beneficiarse de estos chips desarrollados por la propia LG, lo cual puede repercutir en mejoras de rendimiento y eficiencia energética.
La compañía tiene potencial suficiente para ello gracias a sus fábricas y equipos de ingenieros, por lo que la decisión parece ser más que acertada a falta de ver como evoluciona LG estas arquitecturas. Y no hay que olvidar que si consigue producir unidades suficientes para cubrir su demanda dejará de depender de otras compañías como NVIDIA o Texas Instruments, por lo que este parece el movimiento más natural tal y como está el mercado.
Fuentes..
http://www.gizig.com
http://www.mydaily-gadget.com
http://www.techdigest.tv
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