Gracias gordito de Megaupload por haberme dado algunas de las mejores conversaciones de mi vida. Soy @inti y no tienes la menor idea de quién soy. No te conozco más allá de la campaña informativa que estaba planificada para hundir el poco prestigio que tenías, luego de ponerte preso en Nueva Zelanda. Así que lo más seguro es que pueda estar lleno de prejuicios, que he tratado de dejar de un lado para darte las gracias de forma sincera. Te pintan unos gramos menos excéntrico que Steve Ballmer, y la verdad estás un poco loco de gastar la plata de esa forma, con lo que ganaste estos años se podrían hacer 3 o 4 nuevas películas de Transformers, de tal magnitud es el daño que ocasionaste a la industria y la humanidad. Eres lo que gasta Hollywood en 4 películas megamalas megataquilleras.
Hasta que cerraron Megaupload no sabía lo importante que habías sido en mi vida. Quiero agradecerte de corazón. Usé Megaupload unas tres o cuatro veces, bajé un libro que quería leer y no encontraba por ningún lado, Google me dijo que tú lo tenias, sin ellos nunca hubiera encontrado ese objeto del delito que es un libro colocado en un servidor de Internet, gracias Google por llevarme a ese centro organizado del delito que era Megaupload. Ese libro era Juego de Tronos (Game of Thrones para los más gringos). Pero no quiero agradecerte por darme gratis uno de los mejores libros que he leído en mi vida, y con uno de los personajes de ficción más alucinantes que he conocido. Definitivamente tú no eres un Stark, eres más bien como un Lannister de menos de un metro. Eres difícil de defender, bastante inmoral, te lucraste en un mercado lleno de leyes absurdas, tontas y obsoletas, gastaste el dinero en castillos, mujeres y grandes carruajes. Me pregunto si eres amigo de Silvio Berlusconi. Pero resulta que de carambola, al final del día, hiciste el bien.
Te reitero, no es por el libro, que gracias a un Kindle que Amazon sabe que puede mostrar libros “libres”, pude leer. En esa oportunidad pasó algo extraño y recurrente, una vez que terminé Juego de Tronos, me dieron ganas de comprar el libro físico (en viejo papel), y fui y lo compré. Gordito, los libros acá en Venezuela son muy caros, al final gasté unos US$35 por ser un romántico tonto al que le gusta mirar su biblioteca en la casa llena de libros de fantasía y ciencia ficción. Pero le dí US$35, no se a quién, de seguro una parte fue a la industria editorial española o mexicana, otra parte se quedo en la librería que no tiene ni un empleado que sepa quien es Gabriel Garcia Marquez, y estoy seguro que absolutamente nada fue para George R. R. Martin, el escritor. Una relación comercialmente cuestionable y éticamente reprochable. Igual sigo comprando cosas porque parte de la vida es comprar cosas: salir a caminar, ver objetos apilados, emocionarse con el color de las cosas, tocar la realidad y llevársela a casa. Los seres humanos somos los acumuladores de este planeta. Muchas veces compramos objetos que no necesitamos y ya leímos o vimos, por alguna extraña hormona que debemos segregar para hacer feliz a nuestro cerebro. Aunque creo que las nuevas generaciones ven con desconfianza al objeto físico donde se encuentra un libro, una película o una canción. Ya no quieren comprarlos.
Las otras veces que usé Megaupload fue para bajar unas revistas que no tengo forma de comprar en Venezuela, pero no fue la famosa Wired que puedo leerla en el iPad porque estaba suscrito a la versión física, aunque es tan tediosa la forma en que hay que esperar que se descargue completa, que de verdad me dan ganas de mandarlos a la mierda y bajarme una versión fotocopiada por algún punk finlandés. Aún no lo hago pero en unos meses más que no arreglen ese tema, estoy seguro que lo haré. Bueno, bajé unas revistas en PDF para leer con el iPad, unas revistas de fotografía, y otras sobre emprendedores. No pagué ni un dólar por ellas, pero no hay forma que pueda pagar por ellas desde Venezuela, tenemos un control de cambio que hace que no podamos pagar en dólares, y no es una justificación, es probable que si pudiera pagarlas tampoco lo haría, eran revistas que quería ver por un articulo en particular. No pagué por ellas pero los editores lograron su objetivo, vi toda la publicidad incrustada en ellas. Ganaron un lector, no pueden contarme pero aquí estoy, y ahora tengo ganas de comprarme una cámara linda que vi en una página en bits “pirateados” de esa revista. Me ganó la publicidad. Tampoco voy a darte las gracias por esto. No es suficiente.
Gordito, desde el 22 de septiembre de 2004 hasta el 23 de mayo de 2010 mi vida fue realmente feliz, no es que ahora no lo sea, sigo siendo muy feliz, ahora tengo un hijo y es una cosa realmente impresionante, no sé si tienes hijos, deberías tener uno y gastar parte de tu fortuna en una linda cuna, y en una habitación llena de robots (si es un varón). Durante esos años participé activamente en algo que es realmente difícil de explicar y describir, formé parte de una secta, de una religión, de un ritual, de una costumbre, y yo que nunca he sido para nada muy religioso, fui parte de un fenómeno global cercano a creer en algo. Esos fueron los años de Lost, una de las mejores series de televisión de la historia de la humanidad. Seguro lo sabes, lo más probable es que fueras parte de ese clan mundial.
El otro día que cerraron Megaupload, tu sitio web, varios amigos me confesaron que durante los años de Lost bajaron gratis los episodios desde allí. Yo siempre bajé los episodios de Lost por torrent. No podía saber la importancia de tu sitio en mi vida. Hasta que uno a uno de mis amigos me fue confesando que parte de la experiencia de ver Lost pasaba por Megaupload, era allí donde encontraban el último episodio caliente (salido del horno) para descargar. No tienes idea de las conversaciones que pude tener con ellos durante estos años. De verdad quiero agradecerte por permitirme tener esas charlas. Gracias gordito de Megaupload, sin tu avaricia, y ganas de hacerte millonario jodiendo a una industria unos kilos más inmoral que tu, nunca podría haber tenido esas charlas. Aún recuerdo lo difícil que era encontrar alguien que viera en los 90s los Expedientes Secretos X, y poder conversar sobre un episodio, era todo tan asíncrono que cuando yo estaba viendo el episodio 43 mi amigo Ramón estaba viendo el episodio 23 y Victor el episodio 54. Malditos 90s. Como dejé de disfrutar de grandes momentos por culpa de la televisión venezolana, de la industria, de lo poco sincronizados que éramos hasta que despego Internet. Uno de los mejores momentos de la experiencia de Lost fue ver a Desmond hablando con Penny a través del tiempo. No tienes la más mínima idea, si es que no lo viviste, lo que fue describir las emociones que sentías en ese preciso momento, con tus amigos tomando una cerveza.
Gracias gordito de Megaupload. Sin tu sitio web es probable que parte de Latinoamérica siguiera en la oscuridad cultural asíncrona que dejaron los canales de distribución tradicional y la industria que ahora te acusa. Lograste el bien por carambola. Un libro, un disco de música, una película descargada de tu sitio hizo que alguien se divirtiera y creciera como ser humano, entregaste cultura gratis (que no lo era) a la gente. Estoy seguro que sabias que lo que hacías era ilegal, aún así diste la cara y no te escondiste en un complejo clandestino como un capo mexicano, eso tiene algo de mérito. Creo que lo hacías porque aunque ilegal y probablemente inmoral, había mucho dinero de por medio. Y porque tantos y tantos usuarios bajando cosas de tu página, de alguna forma te daban legitimidad, es como la votación de unas elecciones, eres ilegal e inmoral pero legitimo, como nuestros presidentes, igual votamos por ti. Toda esta región bajaba cosas de Megaupload, es tal la magnitud que la noticia del cierre de tu sitio logró récords de visitas en todos los blogs y periódicos de nuestros países. Al final del día estás cubriendo una demanda de cultura que la industria “legal” no lo hace, nos guste o no.
Es probable que seas indefendible, pero de verdad gordito, te estoy profundamente agradecido. Mil gracias.
Articulo completo: alt1040.com
POR: Inti Acevedo
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