Se llama condicionamiento clásico a la creación de una
conexión entre un estímulo nuevo y un reflejo ya existente (Fernández-Trespalacios, 1986a). De una manera más concreta se ha
venido definiendo como el aprendizaje según el cual un estímulo originariamente
neutro, con relación a una respuesta, llega a poderla provocar gracias a la
conexión asociativa de este estímulo con el estímulo que normalmente provoca
dicha respuesta.
Se trata de un
aprendizaje, porque aparece una nueva conducta. Es decir, una nueva relación
estímulo‑respuesta y además esta nueva relación es producto de la experiencia (Fernández-Trespalacios, 1986a).
El condicionamiento
clásico parte del descubrimiento del reflejo condicionado por Pavlov (Figura 1), a partir de una investigación que estaba realizando sobre el
funcionamiento de las glándulas digestivas. Pavlov utilizaba perros para hacer
sus experimentos. Les daba comida y registraba algunas de las respuestas glandulares que los
animales daban ante el alimento. Una de esas respuestas era la secreción
salival.
Figura 1
Lo que resulta
sorprendente es que Pavlov lograra que los perros dieran esta misma respuesta
fisiológica, la salivación, ante un estimulo neutro que inicialmente no
producía esta respuesta. Este estímulo neutro era el sonido de un timbre (Fábregas & García, 1995).
El procedimiento fue,
aproximadamente, el siguiente: cada vez que se le daba alimento (EI) al perro,
hacia sonar un timbre (EC). Después de repetidas asociaciones entre estos dos
estímulos, comida (EI) y sonido del timbre (EC), comprobó que el perro salivaba
(RC) con la sola presentación del sonido del timbre. Esto significaba, que el
organismo del animal había aprendido a emitir la respuesta de salivación (RC),
ante un estimulo, inicialmente neutro, diferente (EC) del natural. A este
proceso de aprendizaje es a lo que se denominó condicionamiento clásico.
En el caso del
experimento de Pavlov el estímulo era positivo, pero también se puede
producir
condicionamiento clásico con un estímulo negativo o aversivo. Vladimir
Bechterev (1857-1927) empleó un método esencialmente igual al
del experimento de Pavlov, pero en lugar de un estímulo positivo,
utilizó uno
aversivo (Figura 2). Un estímulo neutro, sonido (EC) se hizo seguir de una descarga
eléctrica (EI) en una de las patas delanteras del perro. El sonido no tuvo
inicialmente ningún efecto sobre la conducta del perro, mientras que la
descarga suscitaba siempre una respuesta de flexión (RI). Sin embargo, después
de sucesivos emparejamiento, la respuesta de flexión de la pata (RC) apareció
también ante el sonido solo. En este caso también se produjo un
condicionamiento, un estímulo inicialmente neutro fue capaz de producir una
determinada respuesta, pero a diferencia del experimento de Pavlov el estímulo utilizado
para provocar condicionamiento fue aversivo, una descarga eléctrica.
Figura 2
En el condicionamiento
clásico vio Watson la explicación lógica de como se desarrollaba y modificaba
la conducta. Watson pensaba que los estudios de Pavlov revelaban que todas las
formas de conducta, independientemente de su complejidad, se podían reducir a
una serie de patrones estímulo‑respuesta. Opinaba que la tarea de la psicología
era estar en condiciones de determinar que estímulos habrían de producir una
respuesta particular (Liebert & Neale, 1984).
Fuente: http://ocw.unican.es
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