lunes, 15 de agosto de 2016

Condicionamiento clásico

Se llama condicionamiento clásico a la creación de una conexión entre un estímulo nuevo y un reflejo ya existente (Fernández-Trespalacios, 1986a). De una manera más concreta se ha venido definiendo como el aprendizaje según el cual un estímulo originariamente neutro, con relación a una respuesta, llega a poderla provocar gracias a la conexión asociativa de este estímulo con el estímulo que normalmente provoca dicha respuesta.

Se trata de un aprendizaje, porque aparece una nueva conducta. Es decir, una nueva relación estímulo‑respuesta y además esta nueva relación es producto de la experiencia (Fernández-Trespalacios, 1986a).

El condicionamiento clásico parte del descubrimiento del reflejo condicionado por Pavlov (Figura 1), a partir de una investigación que estaba realizando sobre el funcionamiento de las glándulas digestivas. Pavlov utilizaba perros para hacer sus experimentos. Les daba comida y registraba algunas de las respuestas glandulares que los animales daban ante el alimento. Una de esas respuestas era la secreción salival.

Figura 1
Lo que resulta sorprendente es que Pavlov lograra que los perros dieran esta misma respuesta fisiológica, la salivación, ante un estimulo neutro que inicialmente no producía esta respuesta. Este estímulo neutro era el sonido de un timbre (Fábregas & García, 1995).
El procedimiento fue, aproximadamente, el siguiente: cada vez que se le daba alimento (EI) al perro, hacia sonar un timbre (EC). Después de repetidas asociaciones entre estos dos estímulos, comida (EI) y sonido del timbre (EC), comprobó que el perro salivaba (RC) con la sola presentación del sonido del timbre. Esto significaba, que el organismo del animal había aprendido a emitir la respuesta de salivación (RC), ante un estimulo, inicialmente neutro, diferente (EC) del natural. A este proceso de aprendizaje es a lo que se denominó condicionamiento clásico.

En el caso del experimento de Pavlov el estímulo era positivo, pero también se puede producir condicionamiento clásico con un estímulo negativo o aversivo. Vladimir Bechterev (1857-1927) empleó un método esencialmente igual al del experimento de Pavlov, pero en lugar de un estímulo positivo, utilizó uno aversivo (Figura 2). Un estímulo neutro, sonido (EC) se hizo seguir de una descarga eléctrica (EI) en una de las patas delanteras del perro. El sonido no tuvo inicialmente ningún efecto sobre la conducta del perro, mientras que la descarga suscitaba siempre una respuesta de flexión (RI). Sin embargo, después de sucesivos emparejamiento, la respuesta de flexión de la pata (RC) apareció también ante el sonido solo. En este caso también se produjo un condicionamiento, un estímulo inicialmente neutro fue capaz de producir una determinada respuesta, pero a diferencia del experimento de Pavlov el estímulo utilizado para provocar condicionamiento fue aversivo, una descarga eléctrica.

Figura 2
En el condicionamiento clásico vio Watson la explicación lógica de como se desarrollaba y modificaba la conducta. Watson pensaba que los estudios de Pavlov revelaban que todas las formas de conducta, independientemente de su complejidad, se podían reducir a una serie de patrones estímulo‑respuesta. Opinaba que la tarea de la psicología era estar en condiciones de determinar que estímulos habrían de producir una respuesta particular (Liebert & Neale, 1984).

Fuente: http://ocw.unican.es 

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